Esta puede ser la excepción de todas las entradas del blog, o por lo menos la primera, en este género.
Os explico... Cuando pensamos en una tarta de cumpleaños a todos nos viene a la cabeza la imagen de una tarta rebosante de chocolates, cremas, almíbar, merengues e incluso ingredientes que superan la cantidad de azúcar recomendada por cualquier organización mundial de la salud jejeje....
Después de muchos años celebrando...y celebrando resulta que bueno, lo que se dice bueno...y saludable pues no es y hasta ahí todos de acuerdo.. no?
Con esto no quiero decir ni mucho menos que no nos podamos comer un cup cake rebosante de crema, chocolate y todo lo que se pueda poner por encima, en una ocasión.
Peeeeero si estáis pensando en reducir esa cantidad de azúcares que cargamos a "diario" a nuestro querido cuerpo, aquí está la tarta de vuestros sueños, natural y sin azúcar.
Primero haremos la base poniendo en un procesador de alimentos estos ingredientes, que son los que básicamente nos darán nuestro toque dulce, que serán los dátiles los que se encarguen de ello.
135 g de nueces
50 g de copos de avena
100 g de dátiles
50 g de acéite de coco ( también podéis poner la misma cantidad de mantequilla derretida)
La mezcla la pondremos en un aro desmoldable, sobre una hoja de papel sulfurizado e iremos aplastando con una cuchara y reservaremos en la nevera mientras hacemos la crema.
500 g de frutos rojos ( 300g de moras, 100g de arandanos y 100 de frambuesas)
80 g de dátiles
300 g de queso mascarpone
zumo de medio limón
1 yogurt
6 hojas de gelatina
Lo primero que haremos es poner en agua la gelatina para que se hidrate unos 10 minutos.
Trituraremos la fruta, los dátiles y el zumo de limón y lo calentaremos luego en el fuego hasta que hierva unos 5 minutos, entonces escurriremos la gelatina y removeremos para que se disuelva bien.
Pasaremos a través de un colador para no encontrarnos semillas de la fruta en nuestra tarta que serían muy desagradables, las desecharemos y el resultante lo mezclaremos en un bol cuando entibie con el queso mascarpone y el yogurt con una lengua y con movimientos envolventes hasta integrarlo todo muy bien. Entonces volcaremos la mezcla sobre la base que habíamos reservado y la dejaremos al menos tres horas en la nevera.
Solo queda desmoldarla y decorar con frutos rojos y unas virutas de chocolate negro por encima.
Bueno en casa les encantó, además sano..sano...y rico...rico...
En serio, no dejéis de hacerla.
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