Hoy que he tenido un ratito, aprovecho para subir esta entrada a la que le tengo mucho cariño, por que es la tarta que siempre me pide mi hija, pero en este caso es pequeñita por que ese día éramos seis maravillosas personas, y ya os digo que no sobró nada jejeje....
La particularidad del bizcocho de este pastel es que su ingrediente principal es el chocolate negro, al menos de un 70%, además no se utiliza levadura y debemos tener en cuenta un par de detalles que os comentaré mas adelante.
Pero vamos con los ingredientes.
150 g de harina común
60 g de azúcar glass
125 g de chocolate 70%
120 g de mantequilla sin sal
6 huevos ( L)
RELLENO.
250 g de confitura de albaricoque
90 ml de agua
COBERTURA
200 g de chocolate
120 de azúcar
120 de agua
Separamos las yemas de las claras y las separamos en dos boles.
Fundimos el chocolate al baño maría y cuando nos quede algún trocito por fundir lo apartaremos del fuego y seguiremos removiendo hasta que esté totalmente uniforme, sin necesidad de sobre calentarlo.
Batimos la mantequilla que estará a temperatura ambiente con el azúcar glass, hasta que blanquee y esté espumosa. Entonces añadiremos el chocolate fundido que tiene que estar casi frio, esto es muy importante, si no la mantequilla se fundirá y el resultado no será el mejor. Seguidamente iremos añadiendo las yemas sin dejar de batir.
En el bol donde pusimos las claras las empezaremos a batir y enseguida iremos añadiendo el azúcar hasta montar con picos firmes. Después iremos incorporando el merengue a la mezcla de chocolate en tres veces de abajo hacia arriba y pasando por el centro con una lengua de cocina. Y a continuación y de la misma manera incorporamos la harina tamizada también en tres veces.
Este paso es muy importante por que el batido de la mantequilla anterior y la incorporación del merengue a la mezcla harán que nuestro bizcocho suba, ya que no lleva levadura incorporada.
Intentaremos en este proceso que la masa no pierda aire.
Pues si lo hemos hecho todo bien, solo nos queda hornearlo. Lo haremos sin prisa.
Precalentaremos el horno a 170 grados, calor abajo y en medio del horno. A esa temperatura y poco a poco nuestro bizcocho subirá despacio y sin quemarse. Tardará unos 45 o 50 minutos, dependerá de vuestro horno, pero podéis pincharlo a los 35 o 40. Yo siempre recomiendo tener un termómetro de estos pequeños que se introducen en él, son muy precisos y baratos.
Ya horneado y frio nuestro bizcocho lo cortaremos por la mitad y untaremos con la confitura de albaricoque que habremos mezclado con los 90 ml de agua caliente, poniendo una buena capa en las dos partes, luego uniremos y seguiremos untando bien con un pincel también por fuera.
Dejaremos así el bizcocho mientras hacemos la cobertura de chocolate, si podemos en la nevera.
Ponemos en un cacito el agua con el azúcar y cuando hierva añadimos el chocolate troceado y removemos continuamente, cuando espese y siga hirviendo un par de minutos apartamos del fuego y seguimos removiendo hasta que deje de hervir.
y por último cubriremos nuestra tarta con este glaseado y solo nos quedará decorarla como mas nos guste, yo lo hice con nata montada y cacao por encima.
Felicidades cariño un año más. No cambies nunca, eres una persona mágica.
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